Hécate, Oscuridad y Samhain.

 

La Rueda del Año vuelve a girar y completa su ciclo. Un año espiritual termina y comienza cuando dejamos partir lo que ya no sirve, lo que puede dar paso a algo nuevo.

Este es un final y un comienzo, un viaje para profundizar en nuestro interior, a diferencia del nuevo despertar que conocemos y recordamos en la primavera.

Este es el momento en que nos volvemos hacia las sombras de nosotros mismos, examinamos nuestra existencia y nuestra oscuridad, reconociendo partes de nosotros que durante la mayor parte del año olvidamos o ignoramos.

Es una época del año que puede ser intensa y confrontante. A medida que envejecemos, nos damos cuenta de que nuestro tiempo en este plano terrenal es finito. Samhain nos recuerda lo que ha pasado, lo que pasará y lo que está por venir.

Como niños, disfrutamos con los dulces, disfraces, diversión y juegos de esta festividad. Como adolescentes, podemos ver el comercialismo de la festividad, rebelarnos contra ella y mirar los aspectos más “aterradores” de la festividad en películas y programas de televisión.

Sin embargo, cuando se conoce el componente espiritual de la festividad, ya no la vemos como una festividad comercializada para divertirse y asustarnos.

 

Desde la oscuridad.

Samhain y Halloween son a menudo fechas propicias para honrar a Hécate como diosa asociada a la brujería, espíritus, magia, fantasmas, cruces de caminos y perros.

Hécate es conocida como una diosa triple, una diosa de la luna que puede ver el pasado, el presente y el futuro.

Además de Samhain, Hécate tiene sus propios días:

·         13 de agosto.

·         16 de noviembre. (Noche de Hécate)

·         30 de noviembre.

·         31 de enero.

·         Lunas nuevas.

Samhain es un momento para trabajas con diosas oscuras y asociadas al inframundo, ya que es un tiempo donde se pueden realizar ritos para obtener una visión del próximo ciclo, sabiduría y conocimiento del camino espiritual.

HONRAR A LA DIOSA OSCURA

Como es arriba, es abajo.

Como es dentro, es fuera.

 

Estas palabras son verdad en todos los aspectos y facetas de la vida. Las divinidades no son fuerzas externas, también nos habitan y las habitamos, nada es separado.

Tenemos momentos en los que somos vibrantes como la Doncella, nutritivos como la Madre y sabios más allá de nuestros años como anciana bruja.

En el otoño es cuando transitamos Samhain, incluso después, hasta principios de diciembre, podemos sentir cómo se instala la oscuridad en la tierra y en las entrañas. La rueda gira y los árboles se desnudan, nosotros descendemos hacia el lugar de la sombra.

La mortalidad es algo real, y en ella, se incuba el misterio de la transformación y la vida eterna. Son puertas que se cierran y se abren, cambios de piel.

A medida que el velo se adelgaza entre el mundo físico y el espiritual, podemos sentir una conexión con aquello que hemos ignorado u olvidado; una brisa fría junto a nuestro brazo o un movimiento fugaz en el rabillo del ojo, o incluso una sensación de "no estar solo".

Observamos cómo las hojas se vuelven de color amarillo, ámbar y rojo y caen al suelo mientras los gansos vuelan en formación hacia el sur, deteniéndose para pastar en los campos cosechados.

En cada uno de estos momentos, honramos a la Diosa Oscura dentro y fuera de nosotros.

Mientras se acerca el final del año gregoriano, se está produciendo un proceso de decadencia lenta pero natural. Podemos dejar que los viejos hábitos y creencias desaparezcan y entrar en la oscuridad para encontrar lo que se esconde en el lugar de la sombra.

Honrar a la Diosa Oscura: simple o complicado.

·         Sostener la piedra lunar o los cristales de obsidiana y mediar, comunicarse con la Diosa puede ser una sencillo y cotidiano.

·         Caminar en la oscuridad para escuchar los sonidos de la noche y susurrar una oración para que el viento se lleve tus palabras.

·       La adivinación y oráculos pueden traer conocimiento y sabiduría de la Diosa y comprensión de lo que vendrá en el próximo ciclo de la rueda.

·         Honrar a los muertos y ancestros, somos parte de ellos y ellos siempre están en nosotros.

·         Crear rituales solitarios o grupales.

·         Meditar sobre la propia oscuridad y el misterio de las sombras.

·         Realizar ritos de sanación y liberación.

·         Celebrar la vida y nuestra finitud en este plano.

·         Celebrar la interconexión entre los mundos.

·         Todo lo que tenga significado para ti se convierte en tu forma de conectarte con esta energía.

 

La frecuencia de la Diosa Oscura no es para todos, algunas personas han dicho que puede ser demasiado directa, intensa o "pesada". Su energía puede malinterpretarse, pero es un aspecto natural de la vida.

Dado que la energía de las diosas oscuras puede ser fuerte, puede resultar intimidante y algunas personas recomiendan que quienes quieran trabajar con diosas oscuras, han de tener experiencia en brujería antes de trabajar con este tipo de divinidades.

La Diosa Oscura está dentro de nosotros, ya sea que reconozcamos estas partes o decidamos no hacerlo. Es en esta época del año, se vuelve más evidente y fácil de ver, dentro de nosotros mismos y a nuestro alrededor. La oscuridad camina en la tierra y en nuestros corazones.

 

Multimedia:

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